En los Estados Unidos, las tarjetas de crédito representan más que una herramienta para realizar transacciones de manera segura y conveniente. Además de su utilidad inmediata, estas tarjetas pueden tener implicaciones fiscales significativas, presentando una serie de beneficios que pueden mejorar el panorama financiero de los usuarios.
Desde facilitar la deducción de gastos comerciales hasta brindar recompensas monetarias no sujetas a impuestos, las tarjetas de crédito se convierten en un recurso valioso para maximizar ventajas fiscales. Comprender estos beneficios y saber cómo aprovecharlos de manera responsable puede marcar una gran diferencia en la planificación financiera de individuos y empresas.
Beneficios fiscales asociados con las tarjetas de crédito en los Estados Unidos
Susan Allen, experta de alto nivel en la Oficina de Impuestos y Ética del Instituto Americano de Contadores Públicos Certificados, aclara que comúnmente las recompensas de tarjetas de crédito personales no están sujetas a impuestos.
Esto se debe a que se considera que las recompensas son semejantes a usar un cupón o obtener un descuento en la compra, por lo que los reembolsos en efectivo se ven como una reducción en el precio de la compra.
¿Las recompensas de tarjetas de crédito comerciales pagan impuestos?
Sin embargo, la situación cambia cuando se trata de tarjetas de crédito comerciales. Si utilizas las recompensas de tu tarjeta comercial, como un reembolso en efectivo o una tarjeta de regalo, para cubrir gastos empresariales, la dinámica fiscal es diferente.
Tim Yoder, analista de Impuestos y Contabilidad en FitSmallBusiness.com, indica que «El reembolso debe reducir los gastos comerciales deducibles». Meredith Tucker, de la firma de contabilidad y asesoramiento Kaufman Rossin, da un ejemplo concreto: si un empresario utiliza su tarjeta de crédito para cubrir $1,000 en gastos de viaje y luego emplea $200 de reembolsos para disminuir sus costos a $800, solo puede deducir los $800 de sus impuestos.
Además, si las recompensas se utilizan exclusivamente para pagar una compra, no podrás deducir el costo del artículo de los gastos de la empresa, añade Tucker. Aunque puede ser tentador usar las recompensas para pagar un artículo y así evitar gastos, esto significa que no podrás reclamar una deducción fiscal por la compra.
Es vital para los dueños de negocios llevar un registro tanto de los gastos de la empresa como de cómo se utilizan las recompensas de las tarjetas de crédito comerciales para compensar esos gastos, especialmente cuando llega el momento de la declaración de impuestos.
Si abres una nueva tarjeta de crédito y recibes un bono en efectivo por ello (en lugar de solo alcanzar el mínimo de gasto requerido), o si consigues una recompensa en efectivo por referir a alguien a la tarjeta de crédito, presta atención. Esos $100 o $200 extra podrían ser considerados ingresos gravables.
«Algunas emisoras de tarjetas de crédito pueden declarar el bono como ingreso en el formulario 1099 del IRS», que es donde se declaran ingresos varios, advierte Allen. «Tendrás que incluir ese ingreso en tu declaración de impuestos».
En resumen, las tarjetas de crédito en los Estados Unidos ofrecen una gama de beneficios fiscales que pueden ser significativos tanto para individuos como para empresas. Ya sea permitiendo deducciones de impuestos por gastos comerciales o brindando recompensas que no están sujetas a impuestos, estas herramientas financieras pueden tener un impacto real en la eficiencia fiscal.
Sin embargo, es crucial usarlas de manera responsable, mantener un seguimiento detallado de las transacciones y buscar el asesoramiento de un profesional de impuestos para asegurar su máximo provecho. Así, las tarjetas de crédito se convierten en aliados útiles en nuestra vida financiera, más allá de su uso para compras cotidianas.