El acto de realizar pagos a través de tarjetas se ha convertido en un hábito profundamente arraigado en nuestra vida cotidiana, a tal punto que a menudo lo realizamos de manera automática, sin prestarle demasiada atención. Sin embargo, es fundamental que estés alerta y tomes todas las medidas de seguridad posibles para protegerte de un fraude que puede poner en peligro tu salud financiera.
El uso de tarjetas de crédito o débito nos brinda una gran conveniencia, ya que nos libera de la necesidad de llevar dinero en efectivo. Pero cuidado, si bajas la guardia, puedes convertirte en blanco de estafadores en un abrir y cerrar de ojos.
¿Qué es exactamente el fraude con tarjetas de crédito?
Los delincuentes están en constante adaptación, y los fraudes con tarjetas de crédito o débito, ya sea por robo, pérdida o clonación, se han convertido en algunas de sus estrategias favoritas, razón por la cual este tipo de delito es de los que más rápido se expanden a nivel mundial.
La fascinación de los criminales por este medio financiero no es un capricho. Según gob.mx/cnbv, el ente regulador de las instituciones financieras en México, existen aproximadamente 30 millones de tarjetas de crédito en el país.
Con tal volumen de tarjetas circulando, los delincuentes han desarrollado una amplia gama de estrategias para sustraer tu información personal o de tu tarjeta con el objetivo de hacer compras fraudulentas en tu nombre, dejándote con una deuda que nunca contraíste. Este ilícito negocio es tan lucrativo para los criminales, que la Asociación de Bancos de México calcula que genera ganancias de hasta 700 millones de pesos al año.
¿Cómo se llevan a cabo los fraudes con tarjetas de crédito en línea?
- Duplicación: Los criminales usan dispositivos avanzados para replicar la información de tu tarjeta cuando se desliza a través de un lector de tarjetas en un punto de venta. Sin embargo, esto también puede suceder cuando introduces la información de tu tarjeta en un sitio web fraudulento, creado específicamente para engañarte y robar tus datos.
- Suplantación: En este caso, en lugar de la tecnología, el delincuente se basa en el engaño, aprovechando cualquier oportunidad para sustituir tu tarjeta por una réplica. Esto puede suceder durante una transacción física o incluso en un cajero automático.
- Extracción de datos: Aquí, los delincuentes se enfocan en adquirir detalles vitales, como el número de la tarjeta, la fecha de vencimiento y el código de seguridad. Pueden hacerse pasar por representantes de tu banco en una llamada telefónica o incluso llegar a extremos como rebuscar en tu basura en busca de extractos bancarios.
- Intrusión cibernética: Esta es la táctica más sofisticada y es utilizada por individuos con habilidades avanzadas en informática. En estos casos, pueden apuntar a una única persona o a bases de datos completas de bancos o grandes corporaciones como Visa o MasterCard.
Recuerda que en todos estos casos, los delincuentes pueden hacer uso de correos electrónicos fraudulentos, llamadas telefónicas falsas o software diseñado para robar información.
¿Cómo puedo prevenir el fraude con tarjetas de crédito?
Es un hecho que los delincuentes siempre buscan nuevas tácticas para realizar sus fraudes, pero si te mantienes vigilante y cauteloso, se tornará muy complicado para ellos engañarte. Y no es tan arduo como parece. Aquí te presentamos algunos pasos sencillos para garantizar tu seguridad:
- Asegúrate de tener siempre tu tarjeta a la vista cuando hagas un pago.
- Almacena tus detalles bancarios de forma segura y adecuada.
- No compartas esta información con terceros.
- Conserva tus recibos de compra para el caso de necesitar hacer una disputa por transacciones no reconocidas.
- Evita firmar cualquier recibo sin revisarlo detenidamente primero.
- Cuando deseches tus estados de cuenta u otros documentos bancarios, asegúrate de destruirlos completamente.
- Nunca proporciones detalles de tu tarjeta por teléfono o correo electrónico. Recuerda que tu banco nunca te solicitará esta información de esta manera.
- Al realizar compras en línea, verifica que el sitio web sea seguro.
- Rechaza cualquier oferta de ayuda en un cajero automático.
Siguiendo estos consejos, es menos probable que te conviertas en víctima de fraude. Ahora bien, si ya has sido estafado, tienes derecho a acudir a tu banco para que se realice una investigación y evitar repercusiones.
Si te encuentras en una situación en la que has sido víctima de fraude y el banco te responsabiliza, siempre puedes recurrir a la Condusef. Este organismo se encargará de gestionar tu caso y procurará hacer valer tus derechos como cliente del sistema financiero.