La independencia económica se refiere a la facultad de una persona de cubrir sus propias necesidades financieras, sin la obligación de mantener un empleo regular. En esencia, son los ingresos pasivos los que aportan el sustento económico, permitiendo a la persona decidir si quiere trabajar o no.
Este es el concepto en su esencia más idílica, y es la versión que suele atraer a los empresarios. Sin embargo, la realidad suele ser un poco -o mucho- más compleja que este ideal.
Para empezar, debemos aclarar una idea errónea común: no es posible vivir sin trabajar de alguna forma. Incluso aquellos con «independencia financiera» todavía necesitan trabajar de alguna manera.
Posiblemente, esto puede generar cierta incredulidad. Puedes estar preguntándote si has sido engañado durante toda tu vida, si el que escribe esto está bromeando, o si -desafortunadamente para todos- no podemos vivir relajados en una playa con un cóctel tropical mientras observamos a los delfines jugar en el mar.
Pero aquí está la verdad: es la última opción. La realidad es que no te han engañado – puedes alcanzar la independencia financiera y esta puede liberarte de la dependencia económica – y el autor tampoco te está engañando: alcanzar la independencia financiera no significa que dejes de trabajar.
¿Cómo se manifiesta entonces la independencia financiera en la práctica?
Contrariamente a la teoría, lograr la independencia financiera completa es una meta inalcanzable. No se puede tener un patrimonio sin que alguien lo administre. Y no se puede administrar la riqueza sin considerar eso trabajo.
En otras palabras, incluso si logras el máximo resultado posible de la independencia financiera -tener suficiente patrimonio para no necesitar un trabajo formal- aún tendrás que trabajar para mantener ese patrimonio. ¿Acaso preferirías entregarle el control de tu riqueza a alguien más y confiar en que te permita seguir viviendo una vida de ensueño? Probablemente no, ¿verdad?
Por ello, no existe una independencia financiera absoluta. Lo que sí existe es la independencia financiera como liberación del trabajo tradicional. Es decir, una persona financieramente independiente es alguien que no necesita un trabajo regular para sostenerse.
Y aquí hay otro detalle importante: sostenerse no es lo mismo que ser rico o millonario. La independencia financiera no se trata de acumular una enorme riqueza, sino de tener la capacidad de generar ingresos pasivos suficientes para nuestro sustento.
Por tanto, no es una fórmula mágica para vivir una vida lujosa sin trabajar. En cambio, es un conjunto de pasos lógicos para generar suficiente riqueza que nos permita vivir sin depender de un empleo tradicional.
¡Esa es la clave! La verdadera esencia de la independencia financiera es eliminar la dependencia de un salario por una actividad laboral.
Entiende tus responsabilidades y prerrogativas como deudor en Dicom
Es bastante posible que estés bien informado sobre tus obligaciones y derechos como comprador en Chile. ¿Pero son estos los mismos si te encuentras en Dicom?
Para resolver cualquier ambigüedad, en 2012 el Parlamento sancionó una ley novedosa que vino a clarificar este aspecto, actualmente conocida como la Ley Dicom.
Hasta la fecha, este marco legal resguarda a los deudores que ingresan a esta «lista de morosos».
Si te encuentras en esta circunstancia, te sugerimos tener en cuenta lo siguiente:
- La información y los datos personales que figuran en Dicom sólo pueden ser utilizados para la valoración de riesgo en el proceso de concesión de algún tipo de préstamo.
Por ejemplo, cualquier entidad financiera examinará tu Dicom si te acercas para solicitar un nuevo crédito, o intentar reestructurar una deuda con otro préstamo. Esta información es parte de su procedimiento habitual de evaluación de riesgos.
- Los datos solo podrán ser valorados por empresas del comercio establecido y por toda entidad que participa en algún tipo de valoración de riesgo.
Por lo tanto, si tienes intención de comprar o alquilar una propiedad, el propietario tiene el derecho de solicitar tu Dicom, para valorar si serás un arrendatario o comprador responsable. Recuerda que tu historial financiero dice mucho sobre ti como pagador.
- Si has renegociado tu deuda, renovado tus obligaciones, o estás en proceso de pago, tienes derecho a que tus datos en Dicom no sean divulgados hasta que se complete el proceso.
Sin embargo, este derecho debes gestionarlo directamente con la entidad con la que contraíste la deuda, ya que son estas instituciones las que informan al sistema cuando tienes una deuda.
- Nadie puede solicitar tu Dicom en procesos de selección de personal, admisión a alguna guardería, colegio o institución de educación superior, o en caso de que necesites atención médica de urgencia o te postules a un cargo público.
Este punto representa un progreso significativo para tus derechos como consumidor. Antes de la ley, era común que este registro se utilizara como un «filtro» en procesos totalmente ajenos al consumo financiero, lo que se prestaba para abusos.
- Podrás pedir a los proveedores de datos, cada 4 meses y de forma gratuita, información relativa a quién solicitó tus datos.
Esta información incluirá el nombre, datos personales, el motivo, la fecha y la hora de la solicitud, así como el responsable de proporcionar estos datos.
- Tienes pleno derecho a denunciar cualquier irregularidad en el manejo de tu información y datos.
Por ello, si detectas algo inusual o una infracción a la ley, los distribuidores de los registros o bancos de datos están obligados por ley a asignar una persona encargada para atender tu reclamación.
- Aunque estés en el listado, nadie puede divulgar tu deuda contraída con una concesionaria de autopista.
Al igual que tu otro derecho a que no se divulguen tus datos mientras renegocias tu deuda, es importante que verifiques directamente con la concesionaria que no liberará esta información.
- En caso de un litigio, el administrador de datos deberá demostrar que actuó protegiendo tus antecedentes, y no al contrario.
Estos derechos y obligaciones como deudor se añaden a los ya existentes según la Ley del Consumidor, que básicamente son:
- Todo cliente moroso tiene el derecho a renegociar su deuda.
- Todo consumidor tiene el derecho a pagar anticipadamente su deuda, antes del tiempo acordado.
- Los cobros indebidos deben ser corregidos.
- Deudas por servicios básicos no van a Dicom; es decir, telefonía, agua, luz y gas.
- Todo consumidor financiero está obligado a leer contratos de servicios y productos antes de firmarlos, y acreditar que entendió lo que leyó.
- Los derechos del consumidor financiero que debes conocer
- Ya ha comenzado el año y es el momento de planificar las vacaciones y anticiparse a los gastos típicos de marzo.
Sin embargo, debido a la presión que implican estas fechas festivas, muchas personas deben recurrir a créditos o préstamos cuando el dinero no es suficiente. El problema surge cuando los consumidores no están adecuadamente informados sobre qué tipo de acuerdo o relación están estableciendo con una entidad bancaria o casa comercial.
¿Qué protecciones se ofrecen al usuario de servicios financieros en Chile?
Es probable que estés familiarizado con tus deberes y derechos básicos como consumidor. Sin embargo, en Chile, la Ley N° 20.555, promulgada por el SERNAC para resguardar a los consumidores frente a la amplia gama de productos y servicios ofrecidos en el país, ofrece una protección adicional en el ámbito financiero.
Estamos hablando de las protecciones que ofrece esta ley para el consumidor financiero, legislación ratificada por el Congreso Nacional, que establece las responsabilidades y derechos de los usuarios financieros, así como las obligaciones de las entidades financieras. Todo esto con el objetivo de proporcionar un mayor grado de protección, información, seguridad y educación financiera a los consumidores.
La necesidad de esta ley se hizo evidente debido a la demanda de orientación por parte de muchos clientes que enfrentaban situaciones como transacciones bancarias, solicitudes de préstamos y créditos de consumo, entre otras.
No todas las personas cuentan con suficiente conocimiento financiero para asegurarse de que un banco o tienda les está proporcionando la información necesaria. Por eso, pueden surgir situaciones en las que no está claro cuándo se termina de pagar un crédito, qué hacer ante cargos indebidos por seguros desconocidos, o cuando los clientes se sienten prácticamente forzados a firmar documentos enrevesados para acceder a un crédito o una cuenta bancaria.
¿Qué protecciones proporciona esta ley?
La ley del consumidor financiero dicta que las instituciones financieras, como bancos, multitiendas, cajas de compensación, cooperativas de ahorro y crédito, compañías de seguros y otros proveedores de productos o servicios financieros, deben proporcionar información clara y transparente sobre lo que se está contratando.
Por ejemplo, si alguien solicita un préstamo de $1.000.000 en 12 cuotas para saldar la deuda de su tarjeta de crédito, debe estar informado de que, en realidad, pagará un total de $1.200.000, con esos $200.000 adicionales correspondientes a los costos del préstamo.
Para dar mayor claridad, algunos de los derechos que establece la ley del SERNAC Financiero son:
- Derecho a recibir información sobre el costo total del producto o servicio contratado, lo que incluye conocer la Carga Anual Equivalente (CAE).
- Deben proporcionar un folleto que explique qué significa ser aval, codeudor solidario o fiador y qué implicancias tiene.
- Derecho a no ser «atado» a otros productos y servicios no solicitados. Si desea obtener la tarjeta de una multitienda, no pueden obligarlo a contratar un seguro adicional. Aunque las empresas pueden ofrecer productos vinculados al crédito, el consumidor siempre tiene la libertad de aceptarlos o no.
- El proveedor debe informar sobre todos los productos incluidos en los contratos de adhesión y los cargos por servicios prestados, con un desglose de todos los costos. No pueden cobrar nada que no esté especificado previamente en el contrato.
Puedes revisar todos los derechos del consumidor financiero y las obligaciones de los proveedores de servicios financieros aquí.
Lo crucial es comprender que el cliente siempre debe tener acceso a información clara y sencilla. Por lo tanto, cualquier contrato firmado debe incluir un resumen que contenga la información principal que la persona necesita saber. Además, si se rechaza un crédito, la entidad financiera está obligada a proporcionar un informe escrito que detalla las razones del rechazo.
En resumen, los derechos del consumidor financiero tienen como objetivo permitir que las personas tomen decisiones financieras más informadas al iniciar cualquier relación con una entidad bancaria o comercial.
Reflexión final
Gestionar de manera eficiente tus finanzas personales implica tener un conocimiento sólido de tus derechos y obligaciones como consumidor y deudor en Chile.
La información proporcionada en esta guía tiene como finalidad dotarte de ese conocimiento necesario.
Estar familiarizado con estos datos te capacita para afrontar situaciones como el manejo de deudas vencidas, la adquisición de productos defectuosos o en mal estado, así como la utilización de tu línea de crédito o la renegociación de un préstamo hipotecario.