Desde que la crisis sanitaria por el COVID-19 se desencadenó, nuestra cotidianidad ha enfrentado obstáculos y dudas en diversas áreas. La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) revela que, durante el tiempo que llevamos enfrentando esta situación, las compañías aseguradoras han desembolsado más de 1,860 millones de dólares en compensaciones relacionadas con Seguros de Vida y Gastos Médicos. Este gasto hace que la pandemia se coloque como el segundo desastre con más costos para la industria aseguradora.
La triste realidad es que uno de los efectos más palpables de esta crisis sanitaria es el incremento en la tasa de mortalidad. En este contexto, México ocupa un preocupante tercer lugar en cuanto a muertes por COVID-19, de acuerdo con cifras proporcionadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Más allá del riesgo de infección, la pandemia ha generado repercusiones en la economía, la sociedad y nuestra salud mental y emocional, cambiando drásticamente la manera en que vivimos y enfrentamos los desafíos cotidianos.
En cuanto a la percepción de la muerte, que tradicionalmente ha sido un tema delicado, el Seguro de Vida surge como una herramienta que modifica esta visión. Tener una póliza activa no solo ofrece paz mental al asegurado, sino también a quienes podrían resultar beneficiarios.
Enfrentar un fallecimiento lleva consigo gastos significativos, y no todos tienen los recursos necesarios para cubrirlos. Los Seguros de Vida surgen como una solución para evitar que estos momentos se conviertan también en una crisis financiera.
Análisis sobre la contratación de seguros de vida en México
Pese a que en tiempos recientes se ha registrado un incremento del 5.7% en la adquisición de Seguros de Vida, en México sólo un cuarto de la población entre 18 y 70 años tiene algún seguro de este tipo.
La baja tasa de contratación puede atribuirse, en gran parte, a la falta de conocimiento sobre lo que realmente implica un Seguro de Vida. Existen numerosos mitos que rodean a estos seguros: se piensa que son muy costosos, que es complicado hallar uno que se ajuste a las necesidades individuales, que los beneficios son limitados o que simplemente no es una inversión esencial.
Sin embargo, con la llegada del COVID-19, las aseguradoras han adoptado métodos innovadores para conectarse con posibles clientes. Han incorporado herramientas tecnológicas como plataformas online, apps móviles, firmas electrónicas y una atención al cliente personalizada por vía telefónica. Estos avances no sólo han facilitado la comunicación con los asegurados, sino que también han hecho que el proceso de contratación sea más sencillo y rápido.
De hecho, para este año, 2022, el 80% de las empresas aseguradoras tienen en su mira perfeccionar aún más sus procesos digitales y automatizados, adaptándose a las exigencias y retos que el panorama mundial les plantea.