Pros y Contras de los Seguros de Vida Temporales y Permanentes

Cuando pensamos en el futuro financiero de nuestros seres queridos tras nuestro fallecimiento, los seguros de vida surgen como una solución. Aquí exploraremos dos tipos principales: los seguros temporales y los permanentes.

Pros y Contras de los Seguros de Vida Temporales y Permanentes

Tipos de Seguros de Vida: ¿Cómo elegir?

Antes de adentrarnos en qué seguro comprar, es esencial preguntarnos: ¿Qué quiero lograr con mi seguro? ¿Busco resguardar a mi familia ante una pérdida económica inesperada derivada de mi fallecimiento? ¿O tal vez quiero un plan más abarcador que cubra también gastos como los funerarios?

La magnitud de la cobertura y el costo pueden variar ampliamente. Por ejemplo, si tu prioridad es solamente cubrir tus gastos finales, puedes optar por un seguro de vida permanente, específicamente diseñado para estos propósitos (a veces llamado seguro de entierro). Pero, si tu preocupación es más extensa, como asegurar el bienestar financiero de tu familia ante tu ausencia, entonces una póliza temporal podría ser más indicada.

Tu situación particular dictará cuál es la opción más conveniente.

Entendiendo las Diferencias

Aunque tanto el seguro de vida temporal como el permanente prometen una suma a tus beneficiarios tras tu fallecimiento, son conceptualmente diferentes:

Seguro de Vida Temporal: Como su nombre indica, cubre un período determinado. Este puede ser tan corto como un año y extenderse hasta 20 años o más, o hasta alcanzar cierta edad. Si falleces dentro de este plazo, tus beneficiarios recibirán el monto acordado. Si la póliza expira antes de tu fallecimiento, no se entrega compensación alguna. Sin embargo, algunas ofrecen opciones adicionales:

  • Renovable: Permite prolongar la cobertura tras su vencimiento.
  • Convertible: Te brinda la opción de cambiar a un plan diferente luego de un tiempo.

Estos seguros suelen requerir un chequeo médico dado que las sumas aseguradas suelen ser considerables. Una ventaja es que, al no acumular valor monetario a lo largo del tiempo, sus cuotas suelen ser más accesibles, aunque estas varían según factores personales como si eres fumador, tu edad y salud general.

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Seguro de Vida Permanente: Este tipo de seguro no tiene fecha de vencimiento, siempre y cuando se cumpla con el pago de las primas. A diferencia del temporal, además de la cobertura por fallecimiento, puede acumular un valor en efectivo a lo largo del tiempo, aunque por lo general, las primas son más elevadas.

Todo sobre el Seguro de Vida Permanente

Conocido también como seguro de vida entera, este tipo de seguro te brinda protección durante toda tu vida, siempre y cuando mantengas al día el pago de tus primas. Una de sus características esenciales es su capacidad de generar un valor en efectivo a medida que avanzas con tus pagos.




Dependiendo de la compañía aseguradora, puedes acceder a este valor en efectivo como un préstamo, o bien utilizarlo para cubrir las primas. Eso sí, si no se devuelve un préstamo tomado contra la póliza, se descontará del monto total del beneficio por fallecimiento.

Al momento de tu fallecimiento, el seguro de vida entera garantiza una suma asegurada a tus beneficiarios. A diferencia del seguro temporal, no tiene fecha de vencimiento, por lo que te protege por toda la vida.

Un aspecto a destacar es que la cuota o prima que pagas se mantiene constante durante toda la duración del contrato. Este detalle es relevante ya que, a medida que pasan los años, los seguros tienden a ser más costosos. Adquirirlo cuando aún eres joven y con una prima fija puede ser una decisión financiera astuta.

En cuanto a requisitos, muchos proveedores no solicitan exámenes médicos, solamente algunas respuestas a cuestiones relacionadas con tu salud, facilitando el proceso para quienes tienen condiciones preexistentes.

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Dudas Comunes

¿Es recomendable cambiar mi seguro temporal por uno permanente?

Varias pólizas temporales ofrecen la opción de transformarlas en seguros permanentes. Al hacer este cambio, empiezas a generar un fondo con valor en efectivo que posee beneficios tributarios. Tienes la posibilidad de pedir un préstamo contra ese valor, retirar el monto acumulado, o incluso recibir ese valor si decides cancelar la póliza.

Considera este cambio si tus circunstancias personales han evolucionado, como, por ejemplo, la responsabilidad de cuidar a un hijo con necesidades especiales. O quizás inicialmente escogiste el seguro temporal por ser más económico, pero ahora tu situación financiera te permite considerar una prima más alta.

Optar por un seguro de vida permanente también puede ser una herramienta útil en la planificación patrimonial, pues los fondos pueden utilizarse para sufragar impuestos o gastos relacionados.

Un punto a tener en cuenta: si desde que adquiriste tu póliza temporal tu salud ha empeorado, renovarla al vencimiento podría resultar complicado. Al transformarla en un seguro permanente, generalmente se omite el requerimiento de un nuevo examen médico o cuestionario de salud.

Reflexiones sobre Seguros de Vida: ¿Temporal o Permanente?

Entender las diferencias entre los seguros de vida temporal y los permanentes te permite apreciar el valor de ambos. Imagina esto: el seguro de vida temporal actúa como un paraguas que protege a tus seres queridos de dificultades económicas en caso de que algo te suceda repentinamente. Es perfecto para momentos específicos de la vida, como el periodo donde tus hijos aún dependen de ti o estás pagando una casa.

Por otro lado, los seguros de vida permanentes son como una casa firme, protegiéndote a largo plazo. Pueden complementarse con los seguros temporales. Por ejemplo, mientras el seguro temporal se encarga de cubrir necesidades inmediatas, el permanente, parecido a un seguro de sepelio, se asegura de que los gastos relacionados con tu partida, entre otros costes finales, estén atendidos.

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Finalización de un seguro temporal: ¿Y ahora qué?

Los seguros temporales tienen una duración establecida. Puede ser desde un año hasta tres décadas. Al culminar ese tiempo, la cobertura se desvanece. Si deseas mantener la protección, puedes optar por renovarla o transicionar hacia un seguro permanente antes de que la póliza venza.

Beneficios de un seguro de vida permanente

Este tipo de seguro es como un río constante: mientras mantengas tus pagos, la cobertura sigue fluyendo. Y lo mejor es que esas cuotas no subirán con el tiempo. Además, una vez adquirido, no hay que preocuparse por revalidar el contrato, así que cambios en tu salud no influirán en tus primas ni cobertura.

¿Es posible obtener un valor en efectivo al finalizar mi seguro temporal?

Aquí hay un punto clave: solamente los seguros de vida permanentes acumulan un fondo con valor en efectivo. Por lo tanto, con los seguros temporales no recibirás ningún valor económico al culminar o cancelar la póliza. Es como alquilar un apartamento en vez de comprarlo; disfrutas de sus beneficios mientras dure el contrato, pero no acumulas propiedad.

En conclusión, mientras que los seguros temporales ofrecen una solución asequible y específica para necesidades a corto plazo, los seguros permanentes proporcionan una cobertura continua y la posibilidad de generar valor en efectivo.




La elección dependerá de las necesidades individuales, objetivos a largo plazo y la situación financiera de cada persona. Es esencial sopesar las ventajas y desventajas para tomar una decisión informada.

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