Estar en una relación va más allá de compartir emociones y vivencias; involucra también el aspecto menos romántico, pero críticamente importante de la gestión financiera. Algunas parejas eligen unir todas sus cuentas, desde tarjetas de crédito hasta el presupuesto de la casa. Otras prefieren mantener cuentas individuales, pero comparten ciertas cuentas para afrontar los gastos comunes.
Cabe destacar que no hay un único «modo correcto» de manejar las finanzas en una relación. Lo esencial es que cualquier método que se elija sea equitativo, transparente y razonable para ambos miembros de la pareja.
A continuación, te ofrecemos algunas ideas y consejos para mantener un balance más efectivo entre tu vida en pareja y las finanzas. Mientras que el amor lo gestionarán ustedes mismos, podemos proporcionar orientación sobre el lado financiero.
Planificación en pareja
Para evitar conflictos financieros, es fundamental trabajar juntos, mantener una comunicación abierta y una planificación efectiva.
Aunque, como en cualquier proyecto, siempre habrá dificultades que podrían transformarse en problemas serios y amenazar la estabilidad de la relación. Para ayudarte a llegar a acuerdos sobre temas financieros, presentamos algunos puntos clave que debes discutir con tu pareja (ver tabla).
¿Cuán compatible eres financieramente con tu pareja?
Es tan importante conocer los hábitos financieros de tu pareja como conocer sus gustos y preferencias. Por eso, la CONDUSEF ha publicado un test para ayudarte a entender cómo tu pareja y tú manejan sus finanzas juntos (ver tabla).
Después de responder a las preguntas anteriores, es hora de revisar los resultados. En la siguiente tabla, localiza el rango donde se encuentran la mayoría de tus respuestas para descubrir cómo estás manejando las finanzas en tu relación.
Un «enfoque» que se ajuste a sus necesidades y aspiraciones
Para prevenir tensiones, es recomendable expresar expectativas y explorar todos los posibles escenarios. Aquí te presentamos algunos enfoques para organizar las finanzas como pareja, cada uno con sus propios pros y contras. El objetivo es que ambos se sientan a gusto y que la distribución de los gastos sea justa para su economía y relación.
Considera el valor de los activos y salarios solo como ejemplo, y enfócate en cómo se dividen los gastos.
Enfoque proporcional: Supón que José gana $2,000 al mes, que es el 33% del ingreso total del hogar; mientras que Ana gana $4,000 al mes, o el 66% del ingreso total del hogar. Si la pareja tiene gastos mensuales de $3,000, incluyendo el crédito hipotecario, servicios domésticos, alimentos, mantenimiento del auto, etc. José pagaría el 33% de estas facturas, que equivalen a $1,000, y Ana aportaría el 66%, es decir, $2,000.
- Pros: Ninguno de los dos se siente presionado a «mantener el ritmo» o «igualar» los ingresos del otro.
- Contras: La persona con mayores ingresos podría empezar a sentirse resentida o sentir que está siendo castigada por tener un salario más alto.
Enfoque de contribución igualitaria: Imagina que Luis gana $3,500 al mes y Rosa $5,000. Si sus gastos mensuales suman $4,000, ambos podrían aportar $2,000 cada uno y guardar el resto en cuentas separadas.
- Pros: La persona con mayores ingresos no se siente castigada por ganar más, y la que gana menos no se siente subsidiada.
- Contras: La relación podría tensarse si Rosa vive un estilo de vida más lujoso que Luis. Algunas parejas pueden sentir que este método se siente más como un arreglo de «compañeros de habitación».
Fusión total: Supón que Carlos gana $3,700 al mes y Laura $2,600. Ambos salarios se depositan directamente en una cuenta conjunta que utilizan para pagar todas sus facturas. De igual manera, la pareja tiene tarjetas de crédito o débito conjuntas que utilizan para todas sus compras, sin importar si es una compra para el hogar o una compra personal.
- Pros: Funciona como un equipo, «nosotros» en lugar de «tú y yo». Si los ingresos de uno aumentan o los del otro disminuyen, se compensan entre sí. El seguimiento de los gastos también se simplifica.
- Contras: La persona con mayores ingresos puede empezar a resentirse si la que gana menos gasta más de lo que aporta. Si una persona es más derrochadora y la otra más ahorrativa, podría crearse un desequilibrio.
La verdad es que no existe un enfoque perfecto para administrar los gastos en pareja. Lo más importante es entender que existen alternativas y que pueden ajustarse según su situación y necesidades compartidas. Además, independientemente del enfoque que elijan, deben tener un plan en caso de que los ingresos de uno de los dos se reduzcan a cero (por ejemplo, si uno pierde su trabajo).
También es útil incluir una cantidad de dinero que cada miembro de la pareja pueda gastar sin tener que rendir cuentas, o bien, establecer un límite de gasto y acordar que cualquier compra que supere ese límite debe ser aprobada por ambos. Recuerden que ahora tienen metas compartidas.
Recuerden que el enfoque elegido puede ser temporal; pueden modificarlo o cambiarlo tantas veces como sea necesario. Como equipo, deben probar diferentes estrategias hasta encontrar el equilibrio perfecto entre sus finanzas personales y las compartidas. Evalúen juntos los beneficios y desventajas de cada estrategia y decidan cuál es la que mejor se ajusta a ustedes.
¡A trabajar!
Es hora de elaborar un plan financiero mediante un presupuesto. A continuación, te ofrecemos un modelo de presupuesto mensual con distintas categorías de ingresos y gastos que puedes ajustar según tus necesidades y prioridades. Antes de empezar, ten en cuenta lo siguiente:
- Junten todos los recibos, estados de cuenta, tickets de compras e información que necesiten para preparar su presupuesto. Es buena idea decidir si van a mantener toda la documentación en un lugar específico o si cada uno se encargará de guardar la suya.
- Identifiquen cuáles son los gastos regulares y cuáles son ocasionales en un mes típico.
Sigan el modelo de «lo tuyo, lo mío y lo nuestro» para una mejor organización. Este modelo promueve la independencia financiera de cada uno, a la vez que comparten la responsabilidad de los gastos comunes, lo que permite mantener ciertas preferencias individuales y hacer detalles románticos (como invitar a cenar o comprar chocolates) sin afectar el presupuesto familiar.
En finanzas, el amor no es ciego
Es importante entender que la gestión del dinero en pareja no sucede por arte de magia. Aquí te dejamos algunos consejos adicionales:
- Establezcan un día específico, ya sea semanal, quincenal o mensual, para discutir exclusivamente sobre sus finanzas.
- No pospongan las conversaciones sobre dinero, aunque puedan resultar incómodas. Es mejor mantener una comunicación abierta desde el principio, ya que dos mentes suelen trabajar mejor que una.
- Elaborar un presupuesto es esencial para organizar sus finanzas. Lleven un registro escrito de sus ingresos y gastos, ya sea en un cuaderno o utilizando herramientas digitales como una hoja de Excel.
- Si deciden mantener una economía equitativa, deben tener en cuenta lo que cada uno gana y las necesidades personales de cada uno.
- Si ambos trabajan, acuerden cómo se dividirán los gastos, quién administrará el dinero, quién pagará las cuentas, quién llevará el control de los gastos, etc.
- Es útil guardar los comprobantes de pago por categoría en carpetas o folders.
- Usen un calendario para anotar las fechas de pago.
- Es importante que sus gastos no superen sus ingresos.
- Pueden considerar crear un fondo de ahorro para cubrir gastos inesperados que puedan desequilibrar sus finanzas.
- Reserven una parte de sus ingresos para ahorrar. Pueden establecer metas a corto, mediano y largo plazo, como ir de viaje, comprar un coche, adquirir una casa o prepararse para la jubilación, entre otras.
- Hagan planes realistas que se ajusten a los ingresos de ambos.